El espíritu del año viejo miró aquel árbol de los deseos . De todos los rollitos de papel que en él había leyó uno en alto:
Ayer decidió empezar . Entró en varias tiendas y se sorprendió cuando como una señora, con un abrigo de visón toda digna, observaba cuando una chica se distraía para coger el último candelabro que quedaba. Luego vió aquel hombre de sobrero discutir con el depediente porque se había olvidado de poner la etiqueta de “espero que te guste” al envolver el paquete. Pudo observar también como una madre empujaba deprisa un carro gritando “ no se puede salir contigo de compras”, otra pareja discutiendo...., aquella niña llorando...
- Frótame la espalda, tengo manchas de rotulador .
Los sueños siempre le han traído problemas.
Su salón era un ecosistema perfecto de última tecnología. Estaba presidido por una pantalla de plasma de 42 pulgadas, sonido envolvente procedente de su Home Cinema. A un lado la Play 3 preparada con un nuevo juego, del otro la Wii. Además gracias a su portátil y su Iphone tenía todos sus amigos siempre presentes .Todo preparado para otra tarde de placer tecnológico .
Aquella mañana se sentía solo y desnudo . Ayer eran muchos los que le hacían compañía.
Una noche al año odiaba a sus padres. Después de cenar le decían siempre ...
Vivía feliz en el salón principal de aquella casa. Pero había llegado como todos los años un fenómeno muy curioso ...
Desde que se había instalado en su casa fue ocupando sus espacios. Primero su sofá, después su lado de la mesa al cenar, luego el colgador de su toalla, poco a poco su despacho, su parte del armario... Todo fue ocupado sin previo aviso.
Narciso se estaba quedando ciego, le gustaba leer pero odiaba imaginar su cara adornada por unas gafas.
Abuela, hija y nieta en el salón.
Su Ipod es lo primero que utiliza al salir de casa todos los días.Le gusta poner banda sonora a sus paseos cotidianos .
Cuenta la leyenda que su orden era sólo aparente.....
Una noche descubrí que tengo un grifo daltónico.
Fue a coger su coche , introdujo la llave, como todos los días ... . En la pantalla un mensaje “antirobo defectuoso”, y su consecuencia inmediata , no encendía . 
Esa mañana ella fue al cuarto de los niños , en el armario había una gran mancha amarilla, parecía un caramelo aplastado, no le dio importancia , sus hijos eran muy desordenados.
Esa noche se estropeó inesperadamente la televisión. Ella miró hacia el sofá que su marido ocupaba todas las noches , desde el día que se casaron . Decidieron hablar , hacía ya 9 años que no mantenían una conversación durante tanto tiempo.
Me he asomado a la ventana, era de noche... quizá hoy los rayos de luz se han ido demasiado deprisa , anunciando sin querer el primer paso del invierno .
La gente lo desconocía , pero realmente hacía verdaderos esfuerzos por comunicarse .
Salió a la calle , recorrió las mismas calles que recorría todos los días .
-Y por qué lo dejásteis ?
Sonó el despertador , observó por la ventana el azul del cielo, esos dos niños jugando en la arena, las gaviotas volaban a los lejos , hacía sol.
Disco duro lleno.
....¡qué fácil era decidir cuando se hacia asi:¨Pito-pito gorgorito... ¿dónde vas tú tan bonito?...A la era verdadera... ¡pim pom fuera!¨! 
Llenó los comederos , abrió la puerta del jardín y llamó a los gatos . No vinieron. Era muy raro. Pensó que vendrían más tarde.
Era un auténtico trabajo en cadena . Mientras una de las cocineras espumaba las que estaban al fuego, la otra iba echando las crudas en otra olla y las ponía a cocer, los niños separábamos en un nuevo recipiente las ciruelas de su hueso.
... A las 23.00horas solía dar una vuelta por casa, revisaba todas las ventanas y bajaba las persianas, justo hasta la mitad. Después volvía al salón y apagaba la tele , colocando los mandos en el segundo estante . Tomaba el último sorbo de café , y llevaba la taza a la cocina, abría el grifo y la llenaba de agua.
Estiró una pierna, intentó no tocar aquella piedra que durante las 3 últimas horas había intentado atravesar su columna vertebral. Ladeo un poco el cuello , un tronco se lo impidió. La cabeza le dolía , los ronquidos acrecentaban más su incomodidad.Al final decidió levantarse y salir de allí.
ELLA:
En 8º de EGB todos los miércoles Don Jesús , el profe de gimnasia, nos hacia caminar hacia atrás, decía que era para activar los músculos que no solíamos utilizar.
En su casa el que no comía todo se quedaba sentado allí , hasta la hora de la cena. Era un verano de judías... casi no se levantó de aquella mesa. Siempre antes de comer, metía una pequeña libreta en el bolsillo. Empezó a escribir....
Quería sorprenderla. Llamó a la embajada , se había quedado en números rojos, quería invitarla a cenar....Le dijeron que ellos no se ocupaban de esas cosas.
El brillo de su mirada siempre hacía que él se derritiera. Llevaba tiempo sin verla, la notaba distinta , estaba muy bonita. No se lo pensó , se acercó a ella y le dio un cálido beso y un cariñoso abrazo.
Desde la esquina de la habitación buscaba a su compañero. Miró debajo del armario, encima de la alfombra, dentro de la zapatilla. Buscó por la ropa desordenada. Sintió frío. Se despidió de él en silencio. Tuvo la certeza de que habían dejado de ser el par perfecto. 
- No tires el azúcar en la mesa. ¡ Recógelo!. A veces no entiendo lo que haces , cada día estás más rara!
Por la noche , después de 36 años , se oye la misma conversación:
-¿qué quieres por tu cumple?
-¿Estás bien?
Una voz en su interior , quizá su ingenuidad le dijo
- Estás muy callada ¿no dices nada?
-¿Te acuerdas de todos los rincones que has tenido en tu vida?. Seguro que pensando, pensando , surgen toda una serie de rincones, que forman parte de tu memoria.
Las muñecas rusas siempre me han fascinado.
..."Me pusieron a dormir en una bañera. Me dejaron encerrada en la despensa varios días. Del tercer piso me bajaban al sótano en décimas de segundo....No era fácil vivir en una casa de muñecas" 
Me contaba una amiga, que tiene un amor imposible, (aunque es correspondido).Han intentado por todos los medios arreglar las circunstancias que lo hace inviable y no ha sido posible.
Los fantasmas no existen, cualquiera lo sabe, me lo repito cada día, cada noche. 
Desde la ventana, el psicólogo disfrutó de la vista de los niños jugando en el parque y de la vecina de enfrente cambiándose de ropa.... 
