domingo, 9 de agosto de 2009

NUESTRO INTERIOR.

Las muñecas rusas siempre me han fascinado.
....En el comedor de mi casa, mi madre tenía una muñeca rusa. Nos sosprendía siempre que al abrirla apareciera dentro otra idéntica.
Yo llegué a pensar que las personas eramos como las muñecas rusas. Asi dentro de cada uno , había uno un poco más pequeño, y otro y otro hasta llegar hasta el más diminuto de todos.
Fui creciendo y descubrí que en realidad estábamos hechos de otro modo.
PD: yo me sigo imaginando llena de otras que disminuyen de tamaño a medida que se acercan a lo más profundo de mi misma. Y seguiré esperando a aquel que quiera descubrir la más diminuta de todas.

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