Sonó el despertador , observó por la ventana el azul del cielo, esos dos niños jugando en la arena, las gaviotas volaban a los lejos , hacía sol. ¡Que buen día hacía en ese cuadro! PD : le dio gracias a su vecino, siempre pintaba cielos azules. Era la única luz que veía desde el día que la habían llevado a vivir a Londres.
Cuando lo dejamos , él se quedó con la cámara de fotos , yo con todos los bolígrafos.
No me quedó otro remedio que hacer fotos mentales y describirlas a través de palabras.
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