Eran tiempos donde el tetabrik no existía ....
Lo que más le gustaba a los niños del verano era el desayuno. Era el momento en que su tía tenía el poder. Todos se sentaban y con sus ojos hambrientos y envidiosos podían relamerse observado la escena ....
Sacaba el gran bote, solo con su olor los niños podían saborear la dulzura que contenía en su interior. Después ella cogía la cuchara ..., poco a poco, iba echando tantas cucharadas como niños en el cazo, le agregaba agua y ponía a funcionar el camping gas....La leche estaba preparada.
De nuevo procedía a guardar aquel "tesoro" hasta la mañana siguiente....
De nuevo procedía a guardar aquel "tesoro" hasta la mañana siguiente....
Cuenta la leyenda que nunca ningún niño de aquella familia pudo averiguar donde guardaba su tía aquel "tesoro" , y nunca ningún niño logró probar una cucharada a escondidas...
PD: Hoy uno de esos niños, hoy adulta ya, ha comprado un bote de leche condensada pero.... ya no es lo mismo.
PD2 : Es lo que tiene hacerse mayor, que los tesoros del verano desaparecen.