Durante años todos los jueves iban a la compra con dos listas. Ella siempre era la encargada de las cosas importantes: el vino, los dulces, el chocolate, las flores…. Él era el encargado de las cosas necesarias: el pan , los huevos, la carne, la fruta….
Se encontraban en la caja del supermercado y después, en el aparcamiento, se metían en su coche y allí… ajenos a cualquier mirada conocida , se daban el primer beso furtivo de la noche.
Un jueves ella compró como siempre las cosas importantes pero... nadie la acompañó al aparcamiento con las cosas necesarias...
PD: Desde entonces en su nevera existe un desequilibrio....hay demasiadas cosas importantes, pero siempre están ausentes las cosas más necesarias....