CONSEJOS DE LA ABUELA

Ella era miope.

Su abuela, mujer dada a poco hablar, sólo le dio dos consejos en su vida:

El primero de ellos :

-"mira miña filliña, ti sácalle partido os teus ollos e o demáis disimúlao como poidas"

El segundo de ellos:

-"mira filliña, a persoa(home ou mullher) que non fuma, nin bebe viño, nin anda noutros vicios mira ben!!!!, que algho ten!!!!"

PD: Ella era miope, pero había un problema....

PD2: ..no podía poner gafas...tenía miedo a estropear sus ojos.

PD3: ... así le iba...

CONVERSACIONES EN UNA PECERA.

Salió del cole , y como siempre se fué para el despacho de su padre. Como no tenía nada que hacer y sabía que no podía tocar nada...se pusó a observar la pecera muy atentamente. Los peces, los dos que quedaban , daban vueltas y más vueltas sin parar, como siempre desde hacia años.

De repente pudo oír como uno le decía al otro:

-y tú , ¿que planes tienes para el domingo por la tarde?

-umm buena pregunta, voy a pasear un rato a ver si se me ocurre ...

A continuación los peces se pusieron a dar vueltas y más vueltas sin parar. Su padre vino a buscarla y se fueron.

PD:Desde aquella tarde, a veces le gusta imaginar lo que hacen los peces las tardes del domingo .....

LA VIEJA TÉCNICA DEL APARCAMIENTO

Todo había ido bien desde que su psicólogo le había enseñado la técnica aparcamiento :
Cuando aparcaba el coche por las mañanas dejaba dentro sus problemas personales y salía vacío de preocupaciones a trabajar.
Cuando sonaban las tres ,vaciaba sus preocupaciones laborales en el cajón de su mesa y salía vacío hacía el aparcamiento.
Así mantenía el equilibrio.
Aquella mañana su coche dejó de funcionar. No pudo dejar sus problemas dentro de él. En un desesperado intento de arreglarlo guardó en el cajón de su mesa los problemas personales.
El cajón se rompió.
PD :Por la tarde volvió de nuevo al psicólogo...necesitaba otra técnica para volver a equilibrarse

pd2:El psicólogo no estaba.....

SUS ÚLTIMOS SUEÑOS.

Podía recordar esa noche, como si fuese hoy...

Llevaba más de dos horas en cama. De repente algo se movió debajo de las sábanas, luchando por salir de allí.

Él, inocente, se destapó... En ese momento los pocos sueños que le quedaban salieron rodando por el colchón, y a medida que desaparecían una sensación de vacío invadía su cuerpo.

Ella se despertó y le preguntó:
-¿no duermes?
-pues no, se me han escapado los sueños. Esperaré despierto a que vuelvan.
-Ah , vale. Hasta mañana.
-Hasta mañana.

PD: Desde esa noche suele esperar despierto varias horas, por si acaso sus sueños deciden regresar...